Al escuchar cáncer de mama seguramente piensas en mujeres de edad avanzada y es cierto, el envejecimiento vuelve a nuestro cuerpo más vulnerable a daños genéticos y con ello aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer. Sin embargo, esta enfermedad cada vez está más lejos de ser exclusiva de mujeres de más 40.
En México ha aumentado la incidencia de casos en mujeres jóvenes, 11 de cada 100 detecciones de cáncer de mama se presenta en pacientes que no superan los 40 años. Muchas mujeres pasan por alto los signos de alerta porque a su edad parece imposible padecer esta enfermedad, lo que provoca que los tratamientos sean administrados en etapas más avanzadas, cuando la enfermedad es más agresiva y la probabilidad de cura ha disminuido.
Hay algunos factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama, por ejemplo:
- Antecedentes familiares de enfermedades de seno, no necesariamente que hayan sido cancerosas. Si este es tu caso, se recomienda iniciar con estudios de diagnóstico periódicos 10 años antes de la edad en la que se presentó el caso más joven de cáncer en su familia.
- Si has recibido radioterapia en el pecho antes de los 40 años.
- Sobrepeso.
- Consumo elevado de carnes rojas, alcohol o tabaco.
A partir de los 20 años, dedicarle un tiempo a la autoexploración mamaria puede representar la diferencia. Infórmate sobre la manera correcta de realizarla y recuerda practicarla mínimo una vez al mes.
Después de los 25 años es recomendable que acudas una vez al año a una revisión con un médico con conocimiento y experiencia en el tema.
Si tienes alguna sospecha, por mínima que sea, acude a un especialista para que te indique el procedimiento clínico adecuado de acuerdo a tu edad.
No importa si estás en los 20 o disfrutando de los 50, elige vivir una vida plena, conoce tu cuerpo y cuídate.